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LA EPIDEMIA AZUL

LA EPIDEMIA AZUL
Portada: Higorca

Vídeo obras de José Higueras "el pintor de la luz"

miércoles, 6 de julio de 2016

FORO DE EXCELENCIA LLORET

Ada Yonath, Premio Nobel de Química.

En la mesa: Lesli Grifit, Neurocientifica, Erik Maskin, Premio Nobel Economía, José R. Calvo, Organizador del foro y Ernesto Kahan, Premio Nobel de la Paz, entre otras personalidades

 Dos premios Nobel juntos en animada conversación durante el aperitivo. 

 Instantánea del foro; Inmigración, Refugiados, Problemas humanitarios del siglo XXI.


Ahora cuando ha pasado un tiempo, cuando todo vuelve a ser como antes, cuando el agua ha vuelto a su cauce y el caballete y mis humildes letras se han adueñado de mí, reflexiono con calma de todo lo acontecido.
No me cansaré nunca de dar las gracias a mis maestros, a los que desinteresadamente me han dado la mano para llegar más allá de donde yo jamás hubiera pensado.
El pasado mes de junio, a principios pudimos asistir a un foro muy especial en LLoret de Mar. Fueron unos días maravillosos.
Donde aprender era el culmen, no daba tiempo a pestañear, las letras bullían en aquel recinto, un anfiteatro excelente, cómodo y muy bien distribuido, buena acústica y sobre todo grandes inteligencias en el escenario. Los Ponentes.
Escuchábamos con atención hablar sobre la paz, economía, gastronomía, medicina, pastelería, las estrellas y la luna, cocina, historia…
Claro que dicho así parece que no tiene la mayor importancia, pero si a todo eso le añadimos que aquellos grandes oradores eran: Premios Nobel, Catedráticos, Exembajadores, Expresidentes, Astronautas, Científicos, grandes Cocineros… entonces la cosa cambia.
Al final del día, cuando el ocaso escondía el sol diurno, en aquel hotel empezaba la velada con más luz que imaginarnos podamos.
Las mesas preparadas con manteles de gala, con cubiertos, cristalerías y platos perfectamente puestos en espera. Era entonces cuando las grandes mentes, las inteligencias mejor dotados se sentaban alrededor de ellas para saborear los apetitosos manjares y al mismo tiempo empezar una animada tertulia. Las tertulias de la sabiduría.
Y… entonces yo, era cuando me sentía infinitamente pequeña ante aquellas poderosas personas con cabezas tan claras, tan importantes y al mirarlos y conversar con ellos te das cuenta que, a pesar de ser grandes, son humildes, sencillos y esa es su grandeza.
Debo dar infinitas gracias al profesor Ernesto Kahan y a su esposa que tuvieron la amabilidad de invitarnos a tan magnos días, de no ser así no se puede de ninguna manera entrar en ese tan especial lugar.
Volver a mi tierra, al lugar de mis raíces a mi mar Mediterráneo de la mano de un premio Nobel, ya sé profesor, el premio era compartido entre tres. A fin de cuentas, cada uno puso su granito de arena para ser merecedores del Premio Nobel de la Paz.
Volver a ese trocito ha sido algo maravilloso.
Tener el honor de sentarnos a la mesa con cuatro de ellos fue empapar mis conocimientos de tanta sabiduría. Gracias, gracias de nuevo maestro por su humildad, sabiduría y amistad.
Higorca