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LA EPIDEMIA AZUL

LA EPIDEMIA AZUL
Portada: Higorca

Vídeo obras de José Higueras "el pintor de la luz"

miércoles, 11 de julio de 2012

RECUERDO A MIGUEL A. BLANCO

Óleo del maestro: José Higueras Mora



Recuerdo aquellos días y se me pone la carne de gallina. Fueron dos días terribles. Incertidumbre, dolor. No me atrevía a moverme, quería estar cerca de la radio, de la televisión, de todos aquellos medios de comunicación dónde dijesen, o dieran cualquier indicio de ese muchacho joven. Un chico lleno de vida, secuestrado por esa banda de asesinos, de desalmados que pululaban por cualquier lugar de nuestra piel de toro. Todos rezábamos para que lo dejaran libre, libre y vivo. Que sus padres, su hermana y los españoles pudiéramos respirar tranquilos.
Pero no fue así. Miguel Ángel apareció, sí, pero sin vida, muerto, inerte, asesinado por unos cobardes que solo pretendían y siguen pretendiendo verter sangre de gente inocente que no son culpables de nada porque nada han hecho.
Ha pasado el tiempo, los años. Quince ya. Como el que no quiere la cosa. En cambio todo esta reciente, no hemos olvidado el dolor que sentimos, acompañando a su familia en esos momentos terribles y duros.
¿Qué pretendían? Si querían decirnos que una vida no vale, ¡no lo consiguieron! Primero, fueron muchos los que se llevaron por delante, sin mirar el orden, la edad, masculino, o femenino. No miraron nada, simplemente el placer de ver la sangre correr por el suelo.
Cuando escucho sin querer escuchar que los derechos humanos están pidiendo que dejen en libertad a fulano, a mengana, o que vayan a visitar a la cárcel a todos esos y esas que también las hay, las ha habido y lo que no sabemos. Cuando oigo esas cosas, algo se me revuelve por dentro y es entonces cuando me rebelo, y  grito aún sin gritar para que no piensen que me he vuelto loca. Y de nuevo me pregunto ¿ellos tienen derechos humanos y todos los que mataron no? ¿Tenemos que recordar a esos señores cuántos niños murieron en Barcelona, en Zaragoza y así un largo etc. ¿Qué culpa tenían esas pobres criaturas que no pudieron disfrutar de la vida porque se la segaron siendo inocentes? Para ellos no hay derechos humanos, claro cómo van a tener si fueron asesinados sin piedad.
No sé qué está pasando, tampoco sé si la memoria es tan flaca que se nos olvidan las cosas. Me invade la tristeza, no hubiera pensado nunca todo lo que estamos viviendo en estos momentos ¿Qué ha pasado, que es lo que se ha hecho mal?
Pero hoy solamente quiero recordar, homenajear a ese guapo y joven hombre que termino en manos de unos desalmados sin sentimientos, sin escrúpulos, que tienen por saludo un arma de matar en las manos.
Mi recuerdo para ti Miguel A. Blanco, donde estés nos veras y seguro que estarás velando por esos padres y hermana que tanto dolor guardan en su alma. También mi recuerdo y cariño para ellos.

Higorca

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