GRACIAS POR SEGUIRME

LA EPIDEMIA AZUL

LA EPIDEMIA AZUL
Portada: Higorca

Vídeo obras de José Higueras "el pintor de la luz"

viernes, 19 de noviembre de 2010

UN DIA INOLVIDABLE

                                        



Era sábado, que importa el día, simplemente sábado, para nosotros un día festivo, nos juntamos otra vez, una vez más, siete amigos, siete pintores, siete artistas, por que indudablemente ser artista es otra cosa. Entre ellas; amistad, camaradería, hablar de todo aquello que nos gusta, que nos interesa, porque eso es aprender cada día, querer saber aquello que  nos puede llevar adelante, sin tapujos, sin envidias, sin ninguna maldad, cada uno siendo como es, sin querer ser más, sin estar por encima de otro, con sencillez, con humildad, sinceramente.
Pensábamos que iba a llover ¡pero no! Hasta el tiempo nos quiso respetar una vez más, no hacía mucho frío, por esa razón y junto al calor de la barbacoa, en el jardín de nuestra casa decidimos hacer o tomar el aperitivo, claro que aquello requería de unas buenas brasas; unos trocitos de panceta bien curadita y con mucha magra y unas costillas de recental, tiernas como el agua, ya que aquí en La Mancha hay un buen cordero, es tierra de ello. Vino de la crianza nuestra, un vino tinto bastante apetitoso, y sobre todo la buena armonía. Alguno de ellos tenían "lumbago" pero pronto se olvidaron de ello. Luego pasamos a la mesa para seguir con la conversación y con los platos que ya estaban preparados de antemano. 
Así pasamos la jornada de un sábado magnífico. Cuando estábamos todos en la mesa, mientras hablábamos animadamente, fui recordando pasajes de mi infancia, de mi juventud, cuando también alrededor de nuestra mesa se reunían aquellos otros maestros, aquellos otros pintores que siendo yo una niña, ellos eran unos jóvenes en su plenitud, eran extraordinariamente guapos, inteligentes, ya por aquel entonces estaban consagrados, ya eran conocidos en casi todo el mundo y sus obras se cotizaban bastante, eran mis ídolos, los maestros en los que yo me miraba, de los que aprendía y eso que eran otros tiempos y a los pequeños no nos dejaban estar en la mesa con los mayores. Los recuerdo y veo sus caras, Manuel López Villaseñor, Dali, Puigdeangolas, por nombrar algunos, eran unas tertulias maravillosas, ya no queda ninguno entre nosotros, bueno ellos no, pero si sus obras, por eso mismo el artista nunca muere. Todo era igual a ese sábado aquí en casa, me encontraba rodeada de mis maestros favoritos de ahora: Eduardo Beato, Fernando Sordo, Fernando Silva, José Higueras, entre otros muchos, y luego estábamos nosotras, quiero decir las parejas, la única pintora yo y aunque sea pretensión, me siento apoyada por ellos. En este difícil mundo nuestro y mucho más en estas tierras manchegas. Una vez más la cultura entro por la puerta y durante un día respiramos profundamente, para nutrirnos de ella, claro que afortunadamente, se repite con frecuencia.